Tú eliges, puesto que no es lo mismo. Siempre estamos comunicando cosas a los y las demás, tanto con palabras como con gestos, imágenes, música ….
Seguro que alguna vez has usado alguno de éstos, ¿verdad?
Tenemos dos orejas y una boca para que podamos escuchar el doble de lo que hablamos.
Epicteto
La otra persona ¿ha entendido lo que querías decir? La forma en la que comunicamos dice mucho de cómo somos, y también hay que pensar en la persona a quien nos dirigimos, pues no es lo mismo hablar con un amigo o amiga, tu madre o tu profesora. No sólo tienes que fijarte en el mensaje, sino en la forma en que te expresas, el tono, tu receptor/a, el contexto, etc.
¿Te has parado a pensar en cómo dices las cosas? ¿no te pasa que a veces quieres decir algo y dices lo contrario? ¿cómo reaccionan los demás ante lo que dices? ¿y si cambias la forma de decirlo? Tienes que estar seguro/a de que la otra persona te ha entendido sin dobles sentidos, tergiversar o interpretar otra cosa para que la comunicación y el uso del lenguaje sea eficaz.
En el acoso escolar, el poder de las palabras es determinante: para la persona que acosa por su violencia, crueldad y comunicación agresiva que consigue intimidar, amenazar y asustar. A través del lenguaje obtiene un poder negativo y desigual sobre la otra persona. Y para quien sufre acoso por no poder decir todo lo que a veces desearía para marcar los límites por sentirse con miedo o intimidado/a, que afecta a su psicología, estado de ánimo, interpretación de la realidad, autoestima e iniciativa. Con lo que las palabras pesan, hieren y duelen.
El lenguaje está cargado de un componente emocional que afecta a tu estado de ánimo, por lo que es fundamental expresarse libremente pero al mismo tiempo sin herir a tu interlocutor/a teniéndolo siempre presente desde el respeto y la asertividad. Si cambias tus palabras, cambia tu forma de pensar. Si usas un lenguaje más inclusivo, serás una persona que se preocupe por pensar en integrar, en ser empático/a, en no herir con tus palabras.
No es lo que decimos sino cómo lo decimos. Podemos decir lo mismo de muchas maneras, y el mensaje será más o menos potente en función de las palabras que usemos.
Cuando hablamos, contamos cosas. Cuando comunicamos, transmitimos, además, sentimientos. Entonces, para comunicar hemos de tener en cuenta:
- Lo que queremos decir: ¿qué?
- A quién se lo vamos a decir: ¿a quién o a quiénes?
- El momento adecuado: ¿cuándo?
- Qué queremos conseguir: ¿para qué?
- El contexto: ¿dónde?
- Y, sobre todo la forma en que lo vamos a decir: ¿cómo?
Seguro que has oído a alguien decir: yo soy muy sincero/a, siempre digo lo que pienso. Pero, ¿es eso acertado, eficaz y positivo? La pregunta que nos tenemos que hacer es ¿pienso en lo que puede sentir la otra persona? ¿me pongo en su lugar? ¿Con qué gafas estoy mirando?
PELIGRO ¿Sinceridad o Sincericidio?
Sinceridad: decimos lo que pensamos teniendo en cuenta a la otra persona. Nos acompaña la empatía. Esta es la manera adecuada, constructiva y positiva de la que tenemos que aprender a comunicarnos.
Sincericidio: decimos lo que pensamos aunque a la otra persona le haga daño. Nos acompaña el egoísmo. Esto es lo que tenemos que evitar por ser un ejemplo de mala comunicación.
Y tú ¿cuál sueles utilizar?
Cuando existe respeto por uno mismo y por los demás, la comunicación se hace más fácil.
Rooder Fifigthy
¿Y qué me dices de los gestos? El lenguaje corporal y no verbal es fundamental en la comunicación, porque forma parte de ella, la complementa y le da expresividad. Son unos buenos acompañantes de camino, por ello deben ir acompasados con las palabras, aunque a veces éstas sobran.
¿A qué lo has entendido todo?
Debemos escuchar también con los ojos y no sólo con los oídos.
La comunicación es la base de todas las relaciones, no podemos no comunicar, de hecho, cuando estamos en silencio también estamos comunicando. La mayoría de problemas que tenemos con los y las demás tienen que ver con una mala comunicación.
¡¡¡Escucha!!!! Te voy a CONTAR UN SECRETO: podemos aprender a comunicarnos mejor, aquí van unas pistas y consejos:
TIPS comunicación efectiva
No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo
Evelyn Beatrice Hall
Recuerda, pues, que el uso del lenguaje verbal y no verbal es fundamental en la comunicación, que puedes ser honesto/a pero no por ello cruel, que hay otros factores a tener en cuenta (tono, canal, contexto, interlocutor) para usar la inteligencia emocional y todos tus recursos desde un punto de vista constructivo y positivo, de cara a ser más eficaz y tener empatía y asertividad en todo momento, lo que te hará conseguir tus objetivos comunicativos adecuadamente.
Si quieres aprender más sobre esto, de manera lúdica y con juegos para reforzar todo lo que hemos tratado en esta entrada, pincha aquí.
Te esperamos en nuestro próximo post, mientras tanto, ¡comparte, difunde y deja tus opiniones y comentarios aquí abajo!